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En el año 2000 comencé lo que quizá fue mi primera "publicación" en Internet, una lista de correo sobre películas emitidas por televisión. (Gracias a unos pequeños milagros, pude recuperarla hace pocos años; si navegáis por los posts más antiguos de este blog, encontraréis enlaces.) Aunque creo que había subido antes a Internet algún material (cosas de juegos de rol y programación), seguramente fue mi primera expresión dirigida al público en general en abierto, donde hablaba sobre mis gustos y manías.
Luego allá por 2001, trabajando como becario en mi universidad, publiqué aparentemente la "enésima versión de mi página" y en 2003 abrí este blog (que ha ido transformándose durante estas dos décadas). Curiosamente, sólo unos cinco meses después que el de mi hermano[1].
Creo que más o menos en 2007 me registré en Facebook (¿aunque me parece que antes tuve MySpace?).
Y, finalmente, en 2010 me abrí una cuenta en Twitter, aunque por lo que veo, mi segundo post no fue hasta 2011 (y creo que como un experimento laboral, como mi web de 2001).
Es decir, llevo como un cuarto de siglo lanzando mis tonterías como un aspersor hasta donde lleguen (que no es muy lejos).
Es importante dar este contexto para que podáis apuntar mi hipocresía en lo que diré a continuación.
Haced vosotros mismos (si no sois nativos digitales, supongo; si lo sois, escuchad las batallitas de este anciano) este ejercicio que estoy haciendo estos días. Imaginad a vuestro "yo" de antes de que irrumpiese en vuestra vida Internet. (En mi caso, no lo tengo claro, pero algo así como mi yo entre 1995 y 1997).
Creo que obviamente si le describieseis Internet, ese yo estaría impaciente por la llegada de esta maravilla.
Si le explicaseis que en poco después del 2000 aparecería la Enciclopedia Galáctica (o más bien, la Wikipedia) donde se puede encontrar gran parte del conocimiento de la humanidad gratis, seguramente pondríais a vuestro yo de esa época ansioso por tener a su disposición este recurso mágico.
¿Pero cómo le explicaríais el cambio que supuso Twitter en 2006? (Quizá hubo algo antes similar, pero yo creo que fue el primero.)
Me refiero a que, de repente, publicar en abierto a toda Internet fuese lo normal.
(Sí, esta es mi hipocresía. Yo llevaba haciéndolo desde el 2000. Mucha gente cuya actividad principal no era la publicación tenía blogs que mantenía en sus ratos libres mucho antes de Twitter.)
La palabra "normal" es una palabra cargada, y la verdad que no sé cómo articular ese cambio de una manera más adecuada, así que tened paciencia.
Creo que mi yo pre-Internet igual lo fliparía también, pero aunque le explicaría que Internet, la Wikipedia y todas las otras maravillas de Internet son también culpables, yo me vería obligado a decirle que en mi opinión, ese lanzamiento en 2006, aunque desde luego nos ha traído cosas buenas, también lo identifico como un momento tétrico para la sociedad.
(Y continúa la hipocresía: lo hago desde mi blog público.)
Ciertamente, mi "yo" fliparía con que ha podido hablar incluso con sus ídolos de entonces a través de Twitter y con todo lo que he aprendido ahí. Pero yo creo que se quedaría bastante perturbado por cosas como que una persona publique algo despreocupadamente y quizá inmediatamente, quizá en unos años, ese mensaje se extienda como la pólvora. A veces con consecuencias positivas, pero muchas veces con consecuencias negativas.
Sí, mucha gente tenía grandes altavoces antes de Twitter, y antes de Internet. Y quizá es mejor que todos tengamos (aparentemente) más cerca el tener este altavoz.
¿Pero realmente queremos que esta sea "la opción por defecto"?
Obviamente, no sé cómo reaccionaría mi yo pre-Internet. Dudo muchísimo que como el Miles Dyson de Terminator 2, decidiese no abrir mi lista de correo en el 2000 ni nada de lo que vino luego, después de todo, a mí no me ha ido tan mal. Pero sospecho que habría mucha gente que quizá intentaría perturbar la línea temporal manipulando a Dorsey y compañía para que los posts en Twitter fuesen privados por defecto. Y seguramente repetir este proceso con cada red social a la que se le ocurriese esto antes de llegar a una sociedad utópica como la de Star Trek. Yo creo que tanto mi yo actual como mi yo pre-Internet lo haríamos.
Muy posiblemente esté equivocado, y no hay manera de formular esta idea de una forma ética. Estoy enrocado en mi idea de pequeñas comunidades. Las publicaciones sólo para nuestros contactos que nos ofrecía Facebook me parecen bien. Los foros públicos de Internet que individualmente jamás alcanzarán el tamaño de Twitter me siguen pareciendo una maravilla.
Pero aunque me gusta Mastodon, el Fediverso o como queráis llamarle, quizá no es una buena idea lo de Twitter, ni aunque ejecute el concepto una empresa sin ánimo de lucro.
(Aunque quizá no sea tan hipócrita. Creo que nunca nada de lo que he publicado ha conseguido una difusión como la que me preocupa, y no creo que eso sea nada malo.)
No sé, aunque creo que seguramente mi idea no es correcta, creo que hay algo.
[1]: El primer post del blog de mi hermano
envíame mail al dominio que uso cambiando el primer punto por una arroba