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Por completar los posts anteriores:
14 series en 10 años, 2014-2024
6 series para otros 10 años, 2004-2014
Acabo con 10 series más, que por temas biológicos son más o menos 1984-2004.
Tengo claros recuerdos de lo impactante que era Dr. Slump cuando era un niño pequeño. Lo mejor, es que cuando la reviso, sigue siéndolo.
Akira Toriyama seguramente era un genio. Bola de Drac sea posiblemente uno de los hitos culturales de nuestra época. Pero yo siempre digo que a mí sólo me gustan como los primeros cien episodios; ese anime de aventuras fantásticas con un sentido del humor absolutamente desbocado. Obviamente estuve enganchado más allá de esas primeras sagas magníficas, pero creo que Bola de Drac (especialmente Z) también es lo que me ha dejado algo harto del shonen de por vida.
Y lo que siempre insisto: Dr. Slump (¡no confundir con la serie coreana reciente "Doctor Slump"!) es mucho mejor. Si el humor de Bola de Drac es notable, el de Dr. Slump se sale de las gráficas. Tan inteligente como gamberro, para mí es uno (si no el número uno) de los pilares fundamentales de la comedia.
(Este post sale hoy porque es el día que recuperan Luz de Luna en Filmin.)
Justo ayer tuve que comprobar si otro recuerdo impactante de mi infancia era genuino o una alucinación. Es genuino: en un episodio muy especial de Luz de Luna ambientado allá por el siglo XVI, Bruce Willis monta un caballo cuyas alforjas lucen el logotipo de BMW.
Con sus diálogos acelerados, tropes infinitos, el descubrimiento de Bruce Willis (antes de La Jungla de Cristal) y el relanzamiento de Cybill Shepherd (recordemos, La Última Película de Peter Bogdanovich y Taxi Driver), Luz de Luna fue un fenómeno que en mi opinión ha caído en un desmerecidísimo olvido.
Por contra, creo que Max Headroom sigue siendo esa serie de culto, un producto de la época de Neuromante (1984), Akira (manga en 1982) o Blade Runner (1982), que aunque produjeron una sobrecarga neuronal de futuros sombríos y megacorporaciones, consolidaron el Cyberpunk como quizá la tendencia más sobresaliente de la ciencia ficción.
Max Headroom concentraba gran parte de las tendencias prescientes del género. Su genialidad también radica en sus efectos especiales "low cost" que consiguen que hoy en día no desentone y sus veinte minutos en el futuro (que nunca fueron veinte minutos) sigan siendo vigentes.
Pese a que quizá sea una de las obras menores de este listado, esta serie para adolescentes serían unos dibujos animados bastante majos, si no fuera que es acción real con actores de carne y hueso. Pero quizá adelantándose a las genialidades de Ms. Marvel, en mi mitología propia *esta* es la serie de adolescentes de mi época que uno no se puede perder.
Poco se puede decir de Doctor en Alaska; esta sí es la serie de culto que ha hecho más por el insomnio en España. Todo quien la haya visto tendrá sus claros favoritos (el mío, Holling Vincoeur, por supuesto). El realismo mágico con humor inteligente siempre merece ser un éxito, y Doctor en Alaska lo fue, a pesar de todo.
https://alex.corcoles.net/2021/05/en-pijama/
Quizá pongo esto para presumir de fondo de armario, pero a principios de los 90 HBO ya hacía series "adultas" y Kauffman y Crane ya hacían cosas antes de su otra serie. Aquí, supongo que Canal+ la vio perfecta para intentar coger prestigio televisivo.
Sus casi 30 años de antigüedad son duros con la evolución de la sociedad, pero el impresionante uso del recurso de clips televisivos en blanco y negro sigue siendo toda una demostración de poderío.
Los Inmortales (1986) quizá sea la franquicia maldita por excelencia. A pesar de los múltiples intentos por revivirla (que muchos ni llegaron a puerto; a ver si el de Henry Cavill y el sr. John Wick consigue salir adelante), nada ha conseguido igualar el éxito (tardío) de esa película con música de Queen y esas presencias de Sean Connery y Clancy Brown (serio candidato al villano más icónico de la historia, luchando de tú a tú con Darth Vader).
Esta serie tampoco lo consiguió. Pero fue un intento con corazón y acero que muchos todavía tenemos grabado en la cocotera.
Vale la pena verla sólo porque... ¿quién no cae en pensar qué haría con una de las premisas más seductoras para hacer productos de acción?
Por motivos diversos, mi relación con Expediente X (primera tanda, 1993-2002) fue bastante irregular. Si mal no recuerdo, Telecinco hacía una sesión doble precisamente con Los Inmortales, pero por un motivo u otro no estuve enganchado aunque vi bastantes episodios que me gustaban bastante. Tampoco vi Twin Peaks (1990-1991), vi poco de Urgencias (1994-2009)... así que para mí el fenómeno de los 90 fue Ally McBeal. Que los abogados televisivos siempre han sido mi debilidad (anteriormente estaba bastante enganchado a reposiciones de Perry Mason o a La Ley de los Ángeles).
Como en otras ocasiones, el personaje principal de la serie no me dice nada, pero el elenco de secundarios y el humor absurdo de la serie me conquistaron. A destacar Peter MacNicol "Bizcochito" (¡secuaz de Vigo en Cazafantasmas 2!) y su otro socio del bufete (un tal Greg Germann que devoraba la pantalla, aunque al parecer no ha devorado muchas pantallas desde entonces salvo, al parecer, en Érase una vez).
gemini://alex.corcoles.net/2005/10/firefly/
Y no podía acabar esto con algo que no fuese Firefly.
Pese a las controversias que se van descubriendo sobre Joss Whedon, Firefly es uno de esos fenómenos de culto que son tan populares que igual no deberían llamarse así.
Como Doctor en Alaska, todo se basa en un conjunto de personajes escritos con brillantez cuyos actores consiguen estar en estado de gracia durante la mayoría de su (snif) corta (pero inevitable) duración.
Aunque en el artículo anterior referenciaba a La Comunidad del Anillo (2001) como uno de los puntos clave que podemos usar arbitrariamente para marcar un cambio de época (¿que quizá esté acabando en estos momentos?), Firefly creo que no sólo delimita un momento, sino que además ha sido hasta más influyente y referente para el periodo. Creo que es fácil observar cómo beben de Firefly muchas de las series posteriores que menciono (y otras que no menciono).
(Quizá lo más destacable del fenómeno Firefly es "Con Man", una serie web algo underground creada por el actor que encarnaba al piloto de Firefly. Pese a ser algo cutre e irregular, el comentario sobre la serie y los fans de la ciencia ficción en general tiene tanto veneno como brillantez cómica. Lástima que sea tan absurdamente complicada de ver.)
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