Seguimos con los viajes en el tiempo, esta vez dentro de la saga #1 del género; es decir, las pelis donde Linda Hamilton encarna a Sarah Connor.
Casi 30 años después de Terminator 2, una película que aún se me antoja absolutamente redonda y que sigue petándolo desde el milenio pasado, James Cameron produce y el irresponsable de Deadpool ¿dirige? en una extraña combinación que lamentablemente no sale lo bien que podría salir, pero la verdad es que también podría haber salido mucho peor.
La premisa es ingeniosa (sí, en Terminator 2 cambiaron el futuro. Pero total, ¿para qué? La humanidad no tiene remedio), vuelven Gobernator y la auténtica Sarah Connor, pero poco más. Pese a tener un argumento interesante, la narración se queda corta y los actores están entre aburridos y perdidos; con Arnie y Sarah Connor siendo meras sombras de lo que fueron en T2; al igual que las escenas de acción que si bien son imaginativas y no tienen mayores defectos, se quedan a años luz de, por ejemplo, la secuencia en los canales de Los Ángeles.
A destacar cómo consiguen colar Madrid por México (ejercicio comparativo para el lector con ese episodio de El Equipo A, ese otro episodio de MacGyver y la descacharrante secuencia del dos caballos de "Sólo para sus ojos" de 007). Por lo demás, una peli que gustará en gran medida según las expectativas que tengamos. Quizá si habéis visto las otras películas y son tan fiasco como dicen, pues quizá os deje mejor sabor de boca, pero como secuela directa (que parece la intención) de una de las mejores películas de acción de la historia, pues hay que tomárselo con filosofía.