El blog es mío - Detente y préndete fuego - 2014-12-28

La subcultura, friquismo, cosa geek, etc. parece estar de moda últimamente. La tecnología cobra cada vez más importancia y se infiltra hasta puntos insospechados hasta hace poco en el día a día de la gente corriente. Famosos de la informática como Jobs o Zuckerberg son celebridades del calibre de muchos deportistas, actores y músicos. Como no podía ser de otra manera, esto hace que las artes- literatura, cine, televisión... cada vez beban más del mundo tecnológico en sus obras. Sin embargo, hasta el momento (y hasta donde yo he visto), esto ha sido un fenómeno parcial- cultos de personalidad, referencias... poco más.

Halt and Catch Fire, sin embargo, es de las primeras obras relevantes para el gran público centrada argumentalmente en el mundo tecnológico- específicamente en la época de los clones del PC de IBM en los 80. Pese a tomarse licencias artísticas con la historia (la Cardiff Electric de los protagonistas es en gran parte Compaq, pero con bastantes cambios), HaCF no sólo puede considerarse histórica en el sentido que un biopic de Napoleón lo sería, sino que además entreteje la tecnología en el argumento (y además, con grandísimo acierto).

La historia se centra en un ex-comercial de IBM, Joe MacMillan (genialmente interpretado por Lee Pace... sorprendentemente el Thranduil del Hobbit o el villano de Guardianes de la Galaxia) que aterriza en una pequeña empresa de informática de Dallas planeando un producto clave de la época. Su personaje, magnético como debe ser, bascula entre lider carismático y traidor deleznable- de impecable traje caro pero con misterios y bagaje personal, se rige como el eje alrededor del cuál gira la historia. Le acompañan la programadora Cameron Howe (una tal Mackenzie Davis que no me suena de nada) y Gordon Clark [¿Gordon por Gordon Moore de Intel y de la ley epónima? Por Clark sólo me sale un fundador de SGI y Netscape], el experto en hardware (Scoot McNairy- al parecer sale en 12 Años de Esclavitud y Argo). En las dinámicas entre los tres rápidamente cobra protagonismo Donna, la esposa de Gordon, (una magnífica Kerry Bishé- al parecer es la segunda vez que interpreta a la esposa del mismo actor) que es mucho más multidimensional que el otro par (Cameron es excesivamente punk-manzanil para mi gusto- Gordon es un personaje más interesante pero que a mi no me llama mucho) y se lleva una buena cantidad de momentos estelares.

En el aspecto técnico (no hablo de la fotografía, ambientación, edición... todo impecable) no es sólo que HaCF capte la esencia de una época de la industria informática y trace un drama bastante sólido con ello, sino que además los aspectos informáticos se incorporan con total naturalidad y muchísimo acierto en el argumento. No es que HaCF no contenga gazapos técnicos de esos que me levantan del sofá con indignación (yo no he cazado ninguno al vuelo- indudablemente tiene alguno pero ninguna "licencia artística para matar") sino que grandes éxitos del mundillo son puntos claves de los episodios (una educativa historia sobre los backups, hacer ingeniería inversa de la BIOS de IBM con un osciloscopio, abrir un disco duro y recuperar datos con acertadas alusiones a la FAT, ...), haciendo que salte de mi asiento para aplaudir.

Con todo esto, HaCF nos cuenta una historia de pioneros y de los riesgos y daños personales que conlleva. Una historia con personajes trabajados, con sus claros y sus oscuros... con un argumento emocionante que hace que al acabar un episodio quieras ver inmediatamente el siguiente (por no hablar de la larga espera hasta la recientemente anunciada segunda temporada- parece que ha triunfado más allá de los ordenadorfílicos). Y además, ya era hora que alguien hiciese una serie para *nosotros*.

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