Con cierta controversia por las posturas del autor del libro, llega a las pantallas la adaptación de El Juego de Ender- doble ganadora del Hugo y del Nébula, así que ciencia ficción de peso.
La cinta trata sobre la guerra con los insectores, unos alienígenas que estuvieron a punto de exterminar a la humanidad, para la cual el ejército terrestre se prepara adiestrando niños para la batalla, supuestamente por sus superiores capacidades cognitivas. El Ender del título es el superdotado de los superdotados y será seleccionado para encabezar la ofensiva.
Me leí el libro hace un cierto tiempo y tenía bastante curiosidad por ver qué tal la adaptación. El libro se balancea hábilmente entre trozos de acción y trozos de pensar, y ofrece al lector adecuados momentos de reflexión, pero personalmente a trozos me pareció algo inverosímil y complicado de adaptar.
La película supera estos miedos sin demasiados problemas- e incluso diría que es más creíble que el libro. Recorta correctamente para quedarse un pelo por debajo de las dos horas y no me parece que se tome unas libertades excesivas (el autor como siempre, no se queja pero presume de inadaptable) y supera la atípica estructura narrativa manteniendo un ritmo más que loable (el argumento tiene una distribución bastante peculiar).
En los terrenos típicos, los actores están bastante bien. Ninguno de los jóvenes actores chirría en ningún momento, lo cual es un gran logro en sí mismo. Asa Buttercup sorprende en el papel de Ender, mucho más difícil que su papel en Hugo en el que estaba meramente correcto. Harrison Ford y Ben Kingsley están bien en sus papeles, aunque se lamenta que el papel de Kingsley no aproveche su potencial (el libro sufre de lo mismo- podría ser un personaje excelente pero se queda en normalito).
Los efectos, música y otras categorías técnicas son intachables. Las escenas de acción son claras y épicas- es refrescante ver como últimamente se abandonan las escenas de acción que no dejan ver nada para que podamos disfrutarlas a tope, como en Pacific Rim.
Quizá lo único que queda a debate es la interpretación de la película, en la que hay lugar para el disenso. A primera vista parece que esta podría condenar los horrores de la guerra y la xenofobia, pero como toda buena historia de ciencia ficción que se precie, hay matices. No sin motivos, es una lectura recomendada de los marines norteamericanos, por ejemplo. Puede que algunos no transijan con la postura que interpreten adopta la película, pero para los demás, será fuente de interesante debate.