Saben mis allegados que la prensa deportiva es uno de mis blancos favoritos cuando juego a dardos. Sin embargo, la Claudine [1] menta [2] una serie de artículos en el brillantemente nombrado Pierre Nodoyuna [3] (qué grande, A), del que destacaremos este fenomenal raje sobre la escoria periodístico-futbolera [4] (me declaro agnóstico- supongo que debe haber no-escoria; lo creeré cuando lo vea).
Otro de mis grandes amores es la prensa gratuíta (así que pueden imaginarse que la prensa deportiva gratuíta me chifla especialmente), pero parece ser que nadie quiere encargarse de ella. El bueno de Pierre de momento ha cubierto las prensas taurina [5], de investigación [6] y las inevitables tertulias [7]. A ello voy, pues ya me gustó Malaprensa [8].