Casi todo el mundo [que hace cosas web] conoce a estas alturas el CSS Zen Garden [1], lugar donde se demuestra que los CSS [2] están en el camino de la virtud del diseño web.
Sin embargo, yo, todo un tradicionalista, me rijo por el ascetismo, la sobriedad y el asueto de El Monasterio Trapense del CSS y la Orden Cascadiana de la Conformancia Estricta [3] (podría decirse que esta página sigue sus reales decretos, aunque yo renuncio a usar imágenes).
[3] El Monasterio Trapense del CSS y la Orden Cascadiana de la Conformancia Estricta